Hace dos años aproximadamente, íbamos caminando por la "quinta avenida", una avenida muy famosa en Playa del Carmen, habíamos caminado unas 3 cuadras, cuando de pronto volteamos y vemos a una señora con dos perritos, mi hermana lo cargo, ese perrito era el "patito feo" de esa camada, nadie lo quería, lo compramos porque para nosotros fue el perro mas curioso y lleno de amor.
Al principio vivió en la casa, pero la mayor parte del día se la pasaba solo, hacía muchos desastres y rompía todo, se portaba realmente muy mal, hasta que un día decidimos llevarlo al hotel. A este perro lo llamamos "lorenzo" porque era un travieso loquito. Siempre se nos escapaba del hotel , y no estábamos acostumbrados a tener que cuidar un animal y atender a los huéspedes. Mucha gente de los comercios de a lado comenzó a conocer a lorenzo y cuando lo veian en la calle, iban y nos lo regresaban.
Con el tiempo se fue acostumbrando y vimos que era muy feliz recibiendo a cada huésped que llegaba, se ponía a brincar en dos patas, los seguía hasta su puerta, incluso tuvimos unos clientes a los cuales quízo mucho y siempre los esperaba en su puerta o a veces se iba a rascar la puerta para jugar con ellos.
A veces llegan huéspedes los cuales no les agradan los animales, pero lorenzo solo quiere una caricia y que jueguen a la "pelotita", así que siempre se sienta justo a lado del cliente y espera muy paciente hasta que la persona se de cuenta que tiene un perro a su lado.
Lorenzo es muy distinto a todos los perros, el es un chihuahua que no ladra y siempre está dispuesto a darte un beso a cambio de una caricia, el prácticamente creció en el hotel y se acostumbró a ese ritmo de vida. Se despierta todas las mañanas, estira sus patitas y comienza a rascar las puertas para que todos nos despertemos y nos vayamos a trabajar. Todos los días son clientes diferentes, pero lorenzo tiene algo especial, yo se que el logra acordarse de sus huéspedes favoritos.
Hace unos días llegaron una pareja de argentinos que estuvieron el año pasado, cuando lorenzo los escucho se puso super feliz, comenzó a rascar la puerta para que lo dejara salir a saludar a sus amigos, estaba realmente contento. Las personas realmente llegan a enamorarse de lorenzo, es un perro muy tierno, tan pequeñito pero lleno de amor para regalar.
Hemos tenido huéspedes que nos lo piden para poderse dormir la "siesta" con él, otros que lo llevan a la playa y así lograr conquistar chicas, en una ocasión me toco prestárselo a un huésped de Berlín para que se tomara una sesión de fotos con el... Me escriben cartas de todo el mundo preguntándome como esta lorenzo? que quizás el próximo año lo vengan a visitar.
Lorenzo es un perro muy especial y creo que no solo para mi, quizás para miles de personas mas, el es un perro con espíritu hotelero! El ha logrado entrar a los corazones de muchas muchas personas, y quizás permanezca ahí por el resto de sus vidas.